Madrid, 23 de Septiembre- Artículo de Opinión. La Razón (UMV: 19.64M)
Últimamente se está hablando mucho de las consecuencias que tienen las actividades empresariales tanto en el medio ambiente como con respecto a los mercados o a las comunidades receptoras. Al conjunto de las acciones que las empresas tienen que asumir debido a las consecuencias de sus actividades se le llama Responsabilidad Social Empresarial (RSE) o Corporativa (RSC).
Pero estas consecuencias no siempre son del mismo tipo, sino que dependen mucho de la propia actividad que las empresas desempeñan, así como de a qué o a quién perjudican. Además, la RSE o RSC va más allá de cuidar el medio ambiente y minimizar la huella ecológica. De hecho, se está convirtiendo en una parte fundamental de la cultura empresarial que es adoptada por millones de empresas y sus socios en diversos ámbitos. En base a esto podemos clasificar tres áreas concretas donde las empresas deben poner especial atención:
- Ámbito económico: incluye los aspectos relacionados con proveer servicios de calidad. Igualmente entra en este punto la autogestión eficiente y desarrollo dinámico, competitivo y económicamente sostenible, para asegurar el logro de objetivos estratégicos coherentes con los valores, principios y necesidades de la sociedad.
- Ámbito social: se encuentra relacionado con el trato a los empleados de la organización, con la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía y con la creación de oportunidades para los colectivos con dificultades especiales.
- Ámbito medioambiental: se basa en la realización de actuaciones que fomenten la protección del medioambiente y la buena administración de recursos, residuos y desechos.
Actualmente, los consumidores finales también se están interesando en la RSE de los productos que adquieren, así lo dijo un informe realizado en 2016 por Adecco, donde se menciona que el 63% de los consumidores penalizan a las marcas que no son responsables. Siguiendo este estudio y profundizando algo más, el 50% deja de consumir el producto o servicio de la marca que no tiene acciones de responsabilidad social empresarial, mientras que un 10% no sólo deja de comprarlo, sino que además escribe opiniones negativas en redes sociales y foros las empresas. Es por ello por lo que cada día más empresas hacen revertir parte de sus beneficios en favor de la sociedad.
Las empresas son cada día más conscientes de las ventajas que supone la adopción de medidas responsables ya que se han convertido en algo cada vez más presente en sus estrategias. Por ejemplo, para Google es esencial el buen trato que tiene con sus empleados y su forma responsable de llevar su negocio hasta tal punto que, no sólo les exigen estas prácticas a su propia empresa, sino que también son exigidas a sus colaboradores y partners. De esta forma se aseguran que su filosofía y su cultura empresarial van acorde a la de sus socios y viceversa.
Las estrategias de RSE que intentan incentivar y motivar a los empleados, hacen que se tenga un equipo involucrado que revierte en el beneficio del negocio y en el sentimiento de pertenencia a la compañía. Esto se fomenta también a través del uso de merchandising y de los llamados packs de iniciación, que constan de diversos objetos con la marca de la empresa entre otros intangibles como el código de conducta. Además, el uso de encuestas que se les proporciona a los trabajadores para saber qué es lo que pueden mejorar, junto con el uso de aplicaciones internas de comunicación, hacen ver a los empleados que una empresa está dispuesta a escuchar antes de actuar y eso hace que la valoración de los trabajadores sea muy positiva.
No hay que olvidar que para la aplicación de estas medidas es clave la comunicación. Una buena comunicación interna, de la RSE y de cómo se debe llevar a cabo el código ético será fundamental para una buena aplicación. Desde reciclar o utilizar la digitalización para usar la menor cantidad de papel posible hasta fomentar el uso del transporte público entre los empleados o utilizar el employer branding a través de la creación de puestos de trabajo deseables, es fundamental el papel de la comunicación. Que los empleados estén informados, involucrados y que tengan facilidad para comunicarse internamente entre ellos, hace más fácil que estén al tanto y tengan presente la concienciación de las nuevas generaciones sobre las preocupaciones sociales.
Una empresa que se preocupa por nosotros, por la sociedad, por el contexto en el que se desarrollan sus negocios más allá de los propios beneficios, es una empresa que inspira mucha confianza no sólo entre sus trabajadores, sino que también lo hará entre sus stakeholders.
Ismael García, Managing Director Devoteam Cloud Spain
Fuente: Innovadores. La razón